¿De la inserción en el mercado laboral a la adicción al trabajo?
Creado por Gema Rubio, psicóloga , el Viernes 14 de Enero de 2011

En las últimas décadas se han producido profundísimos cambios en nuestra sociedad y entre ellos en los roles que desempeñamos hombres y mujeres. Este cambio de roles es, en parte, consecuencia de la incorporación de la mujer al mercado laboral, que ha conseguido que las mujeres seamos más independientes social y económicamente, pero también nos ha obligado conciliar la vida profesional con la vida familiar (difícil tarea), e incluso ha hecho que un porcentaje de nosotras estemos dentro del 10% de la población activa española que los expertos calculan como "adictos al trabajo".


Pero, ¿existe de verdad la Adicción al Trabajo?

La adicción al trabajo supone una implicación excesiva y des adaptativa a la actividad laboral, con una pérdida de control respecto a los límites del trabajo que termina afectando a todas las áreas de vida de la persona y a su entorno. El trabajo se convierte en el centro de la vida, de forma que la relación con la pareja, con el resto de la familia, con amigos, e incluso los planes de tener hijos pasan a un segundo plano. Tradicionalmente ha sido un fenómeno más común entre los hombres, pero cada vez es más frecuente entre nosotras (incluso algunos estudios muestran que las mujeres con empleo remunerado lo presentan mayoritariamente). Entre los sectores donde podemos encontrar más adictas al trabajo se encuentran las profesiones liberales (médicos, abogadas, periodistas, ejecutivas...) y las autónomas o empresarias. Los rasgos de personalidad que favorecen caer en este círculo insano son el perfeccionismo, un estilo de pensamiento "todo o nada", altos estándares del sentido del "deber" y de autoexigencia. ¿Quién no conoce a alguna amiga o familiar así?

Y... ¿cómo hemos pasado de una tímida inserción en el mercado laboral a, en algunos casos, vivir para trabajar? Las empresas, sus exigencias y el mundo competitivo son sólo una parte responsable de este nuevo fenómeno. Nuestra sociedad hace que asociemos cada vez más éxito laboral con éxito social, económico y prestigio personal. Así, el trabajo no es sólo un medio para ganarse la vida, sino la unidad con la que medir nuestra valía personal. A nivel personal, en el caso particular de las mujeres, nos hemos visto obligadas a trabajar más y mejor para conseguir los mismos puestos y reconocimiento que nuestros homólogos masculinos. Por otro lado, concentrar nuestra energía en el área laboral, nos puede servir para "escapar" de problemas de otra índole que no nos vemos capaces de afrontar "tan eficazmente".

¿Qué precio pagamos? Un nivel de actividad laboral excesivo con ausencia de suficiente descanso y ocio, mantenido en el tiempo, tiene consecuencias muy importantes en nuestra calidad de vida. Destacan:

- Problemas de salud física y psicológica: el estado de estrés mantenido facilita la aparición de trastornos digestivos, insomnio o pérdida de la calidad del sueño, cefaleas, dolores musculares, pérdida de apetito sexual y favorece el consumo de ansiolíticos e hipnóticos. Son muy frecuentes la ansiedad, los sentimientos de culpa y vacio emocional que pueden hacernos caer en una depresión con el tiempo.

- Deterioro e incluso ruptura de las relaciones significativas y del círculo social (de un progresivo aislamiento a la soledad)

- Pérdida del tiempo libre y de las aficiones: cuando nos sumergimos en esta actividad física e intelectual frenética de trabajo, podemos llegar a considerar las actividades de ocio o el mero descanso como una pérdida de tiempo y sentir culpa si dedicamos tiempo a alguna actividad que no sea trabajar. Cada vez descansamos menos y hacemos menos cosas por placer.

- Reducción del rendimiento y productividad: consecuencia del estrés, la irritabilidad, ansiedad y la sensación constante de falta de tiempo. No nos olvidemos que en muchos casos, además del rol profesional, están los roles de esposa, madre y mujer "que debe estar atractiva".

¿Soy una adicta al trabajo? ¿En qué me puedo fijar para saber si estoy pasando ese límite? Hay señales que nos permiten detectarlo como:

- tener temas laborales constantemente en la cabeza, no dejar el trabajo en el despacho o la oficina y llevárnoslo a casa (incluso en momentos en los que no estemos trabajando, estar pensando en el trabajo, estar planificando la próxima reunión etc.)

- ir reduciendo nuestro tiempo dedicado al ocio y descanso y vivirlo como una pérdida de tiempo

- sentirnos ansiosas si no podemos trabajar o comprobar el correo de trabajo durante un período de tiempo y estar permanentemente "enganchadas" al teléfono móvil.

Sin embargo, con mucha frecuencia no tenemos conciencia real del problema y lo que habitualmente nos lleva a buscar ayuda son los "daños colaterales": las quejas de la familia, los hijos, el abandono de la pareja y la sensación constante de estar desbordadas e insatisfechas.

¿Qué se puede hacer ante este problema? En primer lugar aceptar que quizá tengamos un problema, y escuchar a aquellas personas más cercanas cuando nos avisan (ellos suelen ser más conscientes porque nos ven desde fuera). En caso de duda, lo mejor es consultar con un especialista que podrá indicarnos con mayor seguridad si existe un problema (por ejemplo, una adicción al trabajo). Algunas cuestiones que nos pueden ayudar a decidir si nos conviene consultar con un psicólogo son: ¿Estoy contenta con mi vida en general?, ¿Siento que tengo cubiertas mis necesidades personales, sentimentales, familiares, sociales...? ¿Mi pareja y familia están satisfechas con el tiempo y atención que les dedico? ¿Puedo trabajar menos horas si me lo propongo? Si la respuesta a la mayoría de las preguntas es "No", quizá tengas un problema.

El objetivo del tratamiento psicológico es recuperar un estilo de vida equilibrado entre el tiempo que dedicamos al deber, al placer y al descanso. Entendemos por placer todas las actividades que nos aportan satisfacción, entretenimiento y diversión bien a solas, con la pareja, familia o con los amigos. Si esto lo unimos a un adecuado descanso y al enriquecimiento personal por un trabajo "bien hecho" en su justa medida, el resultado es un estado general de salud, bienestar y satisfacción personal. Somos algo más que lo que hacemos. ¿Vivir para trabajar, merece realmente la pena...?

Dra. Gema Rubio

Psicóloga de Sinews MTI

SINEWS es un centro con un equipo multidisciplinar de profesionales bilingües: Psicólogos de adultos, parejas y niños, especialistas en adicciones sin sustancia (trabajo, internet, juego) psiquiatra, logopedas y terapeuta ocupacional. Está situado en Madrid, C/ Sagasta 8 1º y el teléfono para pedir cita es 91 10 20 610

Para más información, puedes visitar su web: www.sinews.es

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