En 1961, la gama de Citroen tenía una brecha inabarcable por la que miles de clientes se colaban hacia modelos de la competencia. Para cubrir el hueco entre el innovador y elitista Citroën DS ("Tiburón") y el popular y espartano Citroën 2 CV, la marca lanzó el Citroën Ami 6, una berlina original que pretendía, además, atraer a la clientela femenina.
Al contemplar el Citroen Ami 6, lo primero que llama la atención es su luna trasera invertida que une, con un ángulo imposible, el techo del vehículo con la puerta del maletero. Aunque pueda parecer el último capricho estético del diseñador Flaminio Bertoni, autor de otros modelos míticos de la marca como el Traction, el 2 CV y el DS, lo cierto es que fue una solución práctica a un problema de espacio: era la única manera posible de mantener, dada la longitud del coche (3,865 m), una silueta de tres cuerpos garantizando una habitabilidad óptima en la fila trasera. En septiembre de 1964, se lanzaría una versión break, más convencional.
Bajo el capó, el Ami 6 retomó la tecnología del legendario motor de dos cilindros refrigerado por aire del 2 CV, con un aumento de su cilindrada hasta los 602 cm3 y una potencia máxima de 22 CV, que iría evolucionando para terminar su carrera con 35 CV. Equipado con una caja de velocidades de 4 marchas, su consumo de carburante era de 6 l/100 km y la velocidad máxima 105 km/h.
El Ami 6 tenía a las mujeres modernas como público objetivo principal: uno de sus primeros catálogos se dirigía directamente a ellas bajo el título "Para usted, Señora". Hasta su sustitución por el Ami 8, comercializado como C8 en España, se vendieron alrededor de 1.039.000 unidades entre 1961 y 1969, convirtiéndose en el vehículo más vendido en el mercado francés en 1966.