"El problema es que se crea que conciliar es sólo de mujeres"
Creado por i. aguinaco , el Martes 14 de Junio de 2011

Hay más mujeres en la población escolarizada que hombres y, sin embargo, apenas si se ven en los altos cargos. ¿A qué se debe?

En el ámbito de la representación política e institucional se ha avanzado bastante gracias a las leyes de igualdad que han introducido la obligatoriedad de las cuotas en la elaboración de las listas electores. Sin embargo, todavía es menor el número de mujeres en los cargos de máxima representación, por ejemplo, jefaturas de Gobierno o, sin ir más lejos, las tres diputaciones que se constituirán en breve van a tener hombres al frente y son mayoría los municipios con alcaldes. En el ámbito privado es más complicado y en muchos estamentos se da el efecto tijera. Es decir, hay más mujeres estudiando carreras como Medina, Derecho o Dirección y administración de empresas. Son ellas las que tienen mejores resultados académicos y, sin embargo, son ellos los que están al frente de las empresas y componiendo los consejos de administración y dirección. Una de las principales razones de la no presencia de las mujeres en los ámbitos de toma de decisión es su invisibilidad ante los ojos de los hombres que tienen la responsabilidad de nombrarlas. Asistimos a hombres eligiendo a hombres guiados por criterios como el conocimiento mutuo y la confianza.

¿Se ha dejado atrás la idea de que las mujeres están menos capacitadas?

Es un dato ya objetivo que las mujeres están capacitadas y que hay muchas preparadas. Sin embargo, todavía resultan invisibles para quienes tienen que designar a personas con responsabilidades. Cuantas más mujeres consigan acceder a los puestos de toma de decisión e influencia, más mujeres podrán ser tenidas en cuenta.

Sin embargo, a igual trabajo, las mujeres reciben menos sueldo. ¿Por qué?

La brecha salarial se sitúa en más de 7.000 euros y en una diferencia porcentual del 17%, diferencia que es similar a la que se da en la mayoría de los países europeos. Las razones son varias. Una es la mayor parcialidad de los contratos de las mujeres, derivados de la adopción de las medidas de conciliación. Otra es la feminización de determinadas profesiones y sectores de producción que, por el hecho de estar copados por mujeres, tienen menor valor social y económico. Otro factor es la mayor precariedad en el trabajo de las mujeres....

El 70% de los farmacéuticos colegiados en Euskadi es mujer pero no hay muchas féminas en los más altos puestos…

El hecho de que una profesión esté copada por mujeres no significa que sean ellas las que estén en los puestos de toma de decisión e influencia. Ocurre lo mismo el ámbito educativo (escuelas, institutos y universidades), en la medicina o en la judicatura.

En la investigación tampoco se da el mismo dinero a las mujeres que a los hombres. ¿Cuestión de proyecto o de género?

La variable género es clave para explicar esta cuestión. La nueva Ley de la Ciencia trata de contrarrestar este dato con una serie de medidas concretas.

¿Existe un círculo vicioso que lleva a que las mujeres no accedan a altos cargos porque tienen sueldos más bajos de media y a la hora de reducir la jornada o pedir excedencia, el miembro de la pareja con menos ingresos es el que reduce los horarios para perder menos dinero para la familia?

El hecho de que sean las mujeres las que de forma mayoritaria se acojan a las medidas de conciliación no se explica por el hecho de que sean ellas las que tienen menos ingresos en la pareja. Esta situación se da también en mujeres con más ingresos que sus parejas. Es el hecho de ser mujer lo que condiciona esa situación, al margen del nivel de ingresos -que también es importante-.

Muchas personas dicen ya que a la mujer se le ha engañado con la conciliación de la vida laboral y familiar porque, al final, se trabaja el doble. ¿Lo ve así?

El principal problema es que asistimos a la corresponsabilidad. No se trata de un engaño, sino de que la mayoría de los hombres no se corresponsabilizan, por lo que el tema de la conciliación sólo lo viven las mujeres como obligación.

¿La conciliación es una quimera?

No. La conciliación de la vida personal, familiar y laboral es una necesidad. Tampoco es un problema. El problema es el que se crea que la conciliación es una cuestión que nos afecta sólo a las mujeres. Los hombres también deben querer conciliar y corresponsabilizarse en lo privado.

¿Qué soluciones se pueden alcanzar para que tampoco se cometan injusticias de mujeres menos cualificadas que hombres que accedan a puestos de responsabilidad debido a la discriminación positiva?

Esta pregunta es una pregunta trampa. No se por qué tenemos que creer que las mujeres no tienen la cualificación necesaria para estar dónde están y a los hombres, a todos ellos, se les presupone la capacitación y la cualificación. Es sumamente injusto. Ellos también responden a cuotas de representación; representan cuotas de poder.



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