Mujeres del sector pesquero de las comunidades autónomas costeras participan desde hoy en un congreso en San Sebastián, un paso más en la búsqueda del reconocimiento de su actividad, para la que siguen reclamando condiciones laborales dignas que contribuyan además a garantizar el relevo generacional.
Son más de 300 personas las asistentes a este I Congreso de la Red Española de Mujeres en el Sector Pesquero, que han inaugurado la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa; la consejera vasca de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca, Pilar Unzalu, y el alcalde donostiarra, Odón Elorza.
Espinosa ha dicho que el trabajo de este colectivo se ha caracterizado siempre por "cierta invisibilidad" cuando un puesto de cada cuatro en el sector lo ocupa una mujer.
Ha señalado que en los últimos años se han producido avances, pero queda aún por hacer, para lo que ha defendido el asociacionismo, que según ha destacado ha sido "clave" para las mariscadoras gallegas, que han logrado la licencia profesional indefinida, y las pescadoras valencianas de El Palmar, que ya pueden ejercer su actividad en La Albufera.
La ministra ha señalado que en la Unión Europea se está trabajando para que en los próximos cinco años se ponga en marcha una estrategia que integre la política de igualdad en todas las actividades comunitarias, de forma que el empleo femenino aumente y los salarios se equiparen a los de los hombres.
En Euskadi, según los datos facilitados por Pilar Unzalu, son 135 mujeres las que se han agrupado ya en distintas asociaciones.
La consejera ha dicho además que hay 64 rederas entre los puertos de Guipúzcoa y Vizcaya, y que el 85% de los empleos del sector de la industria de transformación -conservas y semiconservas- son femeninos.
Ha expresado el compromiso de su departamento por dar soluciones a las demandas presentadas por estos colectivos de mujeres, cuyas condiciones laborales deben aún mejorar.
En el caso de las rederas, puede estar en peligro el relevo generacional, ya que la media de edad de las que trabajan es de casi 60 años y la mayoría de ellas lo hace más por "obligación" que porque lo considere una salida profesional.
Así lo ha asegurado Josune Rentería, presidenta de la Asociación de Rederas y Naskatilas (descargadoras de pescado) de Euskadi, que ha explicado que todas ellas pertenecen a familias vinculadas a la pesca que trabajan sin horarios y cobran por horas (unos 8 euros la hora).
Ha reclamado la "dignificación profesional" para este colectivo, que cree que vive peor situación en Vizcaya que en Guipúzcoa.
"El puerto modelo es Hondarribia", ha afirmado Rentería, quien ha insistido en que su profesión es "un eslabón muy fuerte en la cadena de la pesca" y el riesgo de que no se produzca un relevo generacional "debería preocupar a los armadores".
Galicia es la comunidad autónoma donde mejor organizadas están las rederas. En Asturias, su actividad es muy escasa y, en Cantabria, se están dando los primeros pasos para la organización del colectivo.
En este congreso, que se clausura mañana, también participan mujeres del sector pesquero del País Vasco Francés y de las islas Azores, así como representantes de los sindicatos, la Comisión Europea, la Organización Internacional del Trabajo, de las Redes Europea y Latinoamericana de Mujeres en el Sector Pesquero, y de la Red Española de Desarrollo Rural.