Si tiene la suerte de ser llamado para participar en un proceso de selección, no puede cometer ningún error. Una adecuada preparación, los buenos modales o una actitud positiva son aspectos en los que hay que poner la máxima atención, porque pueden marcar la diferencia entre los candidatos.
Diez minutos de retraso, no conocer la empresa ni el puesto al que se opta, ser parco en palabras, impreciso e incoherente o mostrar falta de profesionalidad en una entrevista de trabajo son grandes detalles que cierran de golpe la entrada al mercado laboral.
Superar el cerro de currículos que habitualmente se acumulan para una oferta de trabajo ya es una pequeña victoria, por eso, no puede fallar en la prueba final: el proceso de selección. En ese momento, los nervios y un exceso de confianza pueden jugar una mala pasada y hacer que el empleo sea para otro. Por suerte, son errores que se pueden evitar con preparación y trabajo previo.
María Pizzuto, socia directora de Reskilling, ofreció en la segunda Jornada de Empleo organizada por la Escuela de Organización Industrial (EOI) una serie de pautas para tener éxito en un proceso de selección.
Los nervios y un exceso de confianza pueden jugar una mala pasada y hacer que el empleo sea para otro
Antes de la entrevista
Preparar el encuentro es fundamental para responder con seguridad y controlar los nervios. Es normal estar intranquilo en una entrevista de trabajo, pero si se tiene información sobre la compañía, el sector, el puesto al que se opta y se ha ensayado cómo contestar, la situación estará bajo control.
1. Indague cúanto tiempo le costará llegar al encuentro para evitar retrasos, puesto que la puntualidad es muy valorada.
2. Obtenga información sobre la empresa: historia, sector en el que opera, servicios que ofrece... Y también sobre el puesto al que opta: qué busca la empresa, qué funciones desempeñará. Así, mostrará interés y podrá preparar posibles respuestas. Por ejemplo: "Su empresa se dedica a este sector, que ahora mismo ofrece estas oportunidades. También sé que habéis entrado en otros mercados", etcétera.
3. Simule una entrevista de trabajo en casa y grábese en vídeo. Mediante esta táctica sabrá cómo habla, el tono que utiliza y si gesticula demasiado. Esto le dará seguridad y corregirá sus errores.
4. Haga una lista de sus fortalezas y debilidades. De este modo, si le preguntan por ellas, sabrá que contestar.
Durante la entrevista
La naturalidad, la sinceridad y los buenos modales son clave. María Pizzuto aconseja verbalizar la situación para controlar los nervios: "No pasa nada por decir que uno está nervioso. Es normal. Si hablas sobre ello, disminuirá la ansiedad".
1. Sea natural. Muéstrese tal y como es.
2. Mantenga el contacto visual con el entrevistador.
3. Conteste a todo lo que le pregunten con precisión y coherencia. Evite responder con escuetos síes y noes.
4. Ante las temibles pregunta sobre causas de un despido o cuando se le pide que comente alguno de sus defecto el truco es convertir estas cuestiones negativas en positivas. Un empleo anterior es experiencia adquirida y la base para no repetir errores; mientras que el hecho de haber trabajado durante mucho tiempo en una empresa se argumenta detallando las diferentes funciones y responsabilidades. La vuelta al mercado laboral tras un periodo largo de inactividad se soluciona señalando lo que ha aportado esa temporada a la persona tanto profesional como personalmente.
5. Si le preguntan por qué ha decidido cambiar de empresa, Pizzuto recomienda centrarse en uno mismo y no hablar mal de la organización bajo ningún concepto. El candidato puede responder que busca desarrollar su carrera en un área determinada en la que la organización que oferta el puesto es puntera.
6. Si el aspirante no ha trabajado antes, tiene que vender sus habilidades y competencias. Hablará de sus experiencias durante la carrera universitaria, como Erasmus o prácticas, y de sus conocimientos.
Después de la entrevista
Una vez finalizado el encuentro, el candidato debe seguir mostrando interés haciendo un seguimiento del proceso. Pida información sobre plazos y consiga un teléfono o correo electrónico. Y, sobre todo, muestre disponibilidad.
Aun con todo, nada garantiza el éxito. Los candidatos en un proceso de selección se han multiplicado y las ofertas de trabajo son escasas. Por eso, hay que saber perder y aprovechar la experiencia para mejorar en la próxima entrevista de trabajo.